Nuevamente Angeles Mastretta me cautiva con su redacción…sus palabras, sus frases…tan simples…me llegan muy dentro….he aquí los tesoritos de este petit-grand livre “Dones” (por cierto…gracias Nuria por el regalito!). Qué don fascinante el de esta autora…el de contar lo trivial de manera tal que suene a cuento! Tan real…y tan fantástico!!!
DON DE LOS CONVERSADORES
Impúdicos y desmesurados, se vuelven invulnerables, porque todo lo suyo lo comparten.
Sólo los besos y sus prolongaciones son tan placenteros para un conversador como las palabras. Tal vez porque los besos están emparentados con las palabras, y el amor puede ser una conversación perfecta. De ahí que los conversadores tiendan a enamoradizos.
Cuando sienten que el día no les rindió, que algo le falta al mundo para poder cerrarse sobre su almohada, se prenden de un libro o de una película de esas en que no importa lo que pase, con tal de que importe lo que se diga.
DON DE LENGUA
Mi abuelo tenía una lengua exacta como una navaja y alegre como una victoria.
No hay duda de que la lengua tiene alianza con los ojos, por eso hablamos con la mirada, por eso arde la lengua cuando no podemos decir lo que vemos, y arden los ojos cuando nuestra lengua dice por fin las cosas que se ha callado mucho tiempo.
DON DE LÁGRIMAS
¿Por qué si valoramos el sentido del humor, encontramos vergonzoso el don del llanto?
Me limité a entender que si uno quiere llorar y no puede, debe ayudarse con una canció.
DON DE TIEMPO
A veces pienso que la vejez debe ser como las vacaciones, una época de la vida en la que uno se siente con derecho a hacer lo que se le pega la gana.
Más que temerle, habría que venerarlo. No es enemigo de nuestras dichas mejores y todos los días nos puede dar una sorpresa.
Quizás, una mañana, hasta las mil libertades que perdimos con la infancia, nos la devuelva el tiempo mejoradas.
DON DE SOBREVIVENCIA
Sobrevivir con regocijo al desvarío en que a veces nos colocan las pasiones que consideramos más irrevocables.
No supe convencerla a tiempo de que el mundo, por insoportable que parezca un día, recobra al siguiente, quién sabe ni cómo, hasta el último de sus encantos.
Entendí que su índole estaba cruzada por la fiebre de quienes viven el arte como una religión.
No tenemos derecho al suicidio, porque no importan sólo nuestras desgracias de ahora, sino el esfuerzo que otros hicieron por sortear tragedias mayores.
DON DE AUDACIA
…
DON DE OLVIDO
Los desmemoriados estamos concentrados en el olor, en los colores de la ropa, en un sonido, en el impulso de antipatía o apego repentino que algo nos provoca. Los desmemoriados estamos evocando una sensación, invocando otra o estremecidos hasta la idiocia por algo crucial que a muchos les resulta insignificante.
Pienso que olvidar es un arte. Uno de los artes más necesarios y mal practicados que se conocen.
Gracias al olvido volvemos a tropezarnos con la misma piedra, y nos vuelve a doler y a gustar el camino.
Para poder ser quienes somos, olvidamos el sueño de quienes quisimos ser.
Olvidamos también todo lo que querríamos ser porque sólo así le dejamos lugar a eso que somos, y cumplimos a medias con eso que debemos.
Pero recordamos. Recordamos, y no hay mala memoria que nos ayude a distraer el espanto cuando los cruza la existencia…
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