16.12.08

La envidia es una declaración de inferioridad (Napoleón)

Últimamente la ENVIDIA ha tomado posesión de mi interior y maneja mi vida como quiere…a tal efecto…he estado investigando, a ver si por lo menos desde la razón…puedo controlar mi vida…

He leído: “Nunca concebí cómo el ser humano puede gozar con la desgracia ajena y entristecerse con la felicidad del prójimo”. Y en mi defensa alego: No es que me entristezca con la felicidad ajena…al contrario…sino que siento que yo también me lo merecería…y me viene eso de por qué a mí no? Menos que menos me alegro con el fracaso ajeno…sino, si de trata de algún fracaso simple, no a niveles importantes, suelo pensar/sentir que al final sale a la luz que a la gente no le salen las cosas tan perfectas como parecían…

He leído: “la envidia es el pecado capital del individuo y la hermana melliza de la hipocresía”. Coincido con que es un pecado capital..pero que atenta contra nosotros mismos. Y respecto a la hipocresía…me confundo porque…por más que soy conciente que soy una persona “enfermamente” envidiosa (yo soy la que más sufro…lo puedo asegurar) no me considero para nada hipócrita…al contrario…entonces…cómo es que una puede ser la hermana de la otra? Alguien me puede explicar???

He leído: “Envidia, por lo tanto, viene a ser la cara oculta de la competitividad y constituye uno de los móviles que, desde la horda primitiva, indujo a los hombres a disputarse el prestigio y el poder, motivados por la idea de triunfar a cualquier precio en el seno de una colectividad donde nadie está conforme con ser menos que el otro”. Y entonces me pregunto…es realmente posible que el mundo “avance” por actitudes envidiosas? O es que vamos todos hacia un callejón sin salida?

He leído “Si partimos del criterio de que la envidia es la desaprobación del injusto éxito ajeno, entonces habría que reconocer que los envidiosos están en lo cierto, pues la mayor parte de los éxitos son inequívocamente injustos en una sociedad meritocrática, donde muchos son los llamados, pero pocos los escogidos, y menos aún los auténticamente merecedores de serlo. Es decir, la envidia no es tanto el termómetro del triunfo público como el barómetro de la injusticia social, que premia a quienes no lo merecen e ignora a los verdaderamente valiosos. Pero si se considera que la envidia es el motor de la ambición personal, como el freno de la ambición ajena, entonces habría que deducir que el envidioso es un ser detestable y peligroso, que busca desprestigiar a su rival para consumar su propia ambición.” Y estas líneas me consuelan en cierta medida…porque realmente hay varios momentos en los que me siento que surge el sentimiento pues el mundo está patas arriba…pero…cuando soy conciente que surge porque estoy enferma de la cabeza…CÓMO ACTUAR????????????????? Ya está casi a nivel inconciente…hasta en los sueños soy envidiosa!!! For God’s sake!!!

Me he hecho un test y ha resultado: “Eres una persona muy envidiosa, celosa e insegura de ti misma. Tu envidia es activa en grado sumo y, en ocasiones, puede resultar agresiva. Sabes que te duele más el bien ajeno que el mal propio y esa actitud puede perjudicarte a ti más que a nadie. A ver si aprendes a disfrutar más de la vida.” Quiero quiero quiero…pero no puedo!!!!

1 comentario:

Rocio dijo...

Pero mujer!!!

En este mundo todo va y viene y muchas cosas no son lo que parece, lo único que queda siempre son los amigos y amores del alma y me parece que ahí no tenés que envidiarle nada a nadie. Espero no equivocarme, pero me atrevo a creer que no estoy muy errada.

Y del test, OLVIDATE!!! Eso sí, pasámelo que quiero ver qué me sale, Jajaja!

Un beso alma inquieta!